Disfruto cada instante a tu lado, llenando todo de calma, tautando tu sonrisa en mi memoria; detallo cada gesto tuyo por lo mínimo que sea, maravillándome cómo un niño qué empieza a descubrir el mundo, y pese a que mi mente me recuerda que no soy yo tu compañero... disfruto el vivir día a día, sin tormentos, con esa felicidad de sentirme afortunado por que aparecieras en mi vida y darme la oportunidad de conocerte, incluso descubriendo cosas en ti que ni tu sabías que tienes, aunque sea ese amigo que te adora...